Por: Cristian Astudillo
Entre risas, emoción y curiosidad, los alumnos del grado Primero A de la Institución Educativa Jardín Infantil Piloto participaron en “Descubre y Lee”, una actividad interactiva que les permitió explorar el mundo de la lectura de manera entretenida y dinámica.
Captar la atención de los niños en los primeros años de formación académica se ha convertido en un desafío constante para los docentes, especialmente cuando se trata de enseñar a leer. Para lograrlo, se requieren estrategias innovadoras que sirvan como motivación y despierten el interés de los estudiantes. Bajo este objetivo nació Descubre y Lee, un método de enseñanza que busca transformar el aprendizaje en una experiencia lúdica a través de un juego de memoria digital.

Juego educativo de memoria digital
Para llevar a cabo la actividad, se seleccionó el curso de Primero A, conformado por 30 alumnos entre los 6 y 7 años que se encuentran en el proceso de aprender a leer y escribir. Todo esto con el fin de evaluar no solo la efectividad del método, sino también su impacto en los estudiantes.
Por esta razón, la clase de español se convirtió en el espacio ideal para que los niños continuaran con su proceso de aprendizaje, pero esta vez en un entorno completamente diferente al habitual: sin cuadernos ni libros encima de los pupitres, sino una gran pantalla que proyectaba fichas con palabras e imágenes que los grupos debían emparejar correctamente. Para ello, se empleó Wordwall, una plataforma interactiva diseñada para crear juegos educativos y fortalecer los procesos de aprendizaje.

Explicación de la actividad en la plataforma interactiva Wordwall
Los estudiantes, atentos y entusiasmados por jugar, se organizaron en cinco grupos de seis integrantes. Apenas se explicó la dinámica, se hizo evidente el interés de todos por participar. El primero en animarse fue Joseph, quien, muy seguro de sí mismo, exclamó:
—¡Yo quiero intentarlo de primero!
Fue quien inició el taller. Al ver lo que hacía Joseph, los demás compañeros se emocionaron y comenzaron a querer participar todos al mismo tiempo, por lo que fue necesario poner orden en el aula para que cada uno pasará en su respectivo turno.
Por su parte, Isabela, una de las integrantes del grupo 4, no había tenido oportunidad de participar, así que se acercó al proyector y dijo:
—¿Puedo pasar a intentarlo?
Un acto muy valiente y educado de su parte, gracias al cual pudo pasar al frente, disfrutar de la actividad y, además, aprender.

Isabela, integrante del grupo 4, participando de la actividad.
En un principio, la tarea se tornó desafiante debido a la cantidad de fichas que aparecían en la pantalla, lo que dificultaba encontrar rápidamente las parejas. Sin embargo, a medida que avanzaba el juego, los grupos comenzaron a acertar con mayor frecuencia, a tal punto que dos equipos quedaron empatados y fue necesario disputar una ronda extra para definir al ganador.
Al finalizar la actividad, Andrés, integrante del grupo que quedó en segundo lugar, al ver que su equipo no logró ganar, se sintió frustrado y empezó a llorar. Esta reacción provocó la intervención rápida del profesor, quien se acercó al niño para intentar calmarlo. Aunque no fue tarea sencilla, se le terminó dando un pequeño detalle que, por fortuna, logró tranquilizarlo y devolverle la sonrisa.
Sin duda alguna, lo más gratificante de la jornada fue observar el nivel de concentración e interés demostrado por los estudiantes. Tanto así que la actividad, que estaba programada para durar entre 20 y 25 minutos, se extendió casi una hora debido a la dedicación y el compromiso de cada grupo, quienes, entre risas, disfrutaron de un momento ameno y de un valioso espacio para aprender nuevos conceptos y palabras.
En conclusión, el taller Descubre y Lee es un claro ejemplo de cómo se puede integrar el aprendizaje con la recreación y el uso adecuado de herramientas tecnológicas. Además, ofrece una valiosa alternativa para que los demás docentes puedan implementar estrategias similares o incluso mejores, adaptándose a las necesidades de las futuras generaciones, que cada vez muestran menos interés por los métodos de enseñanza tradicionales.