Por Harvey Alexander estudiante de Ecología / Fundación Universitaria de Popayán
El 7 de julio del año 2000 nacieron dos Hermanos gemelos, uno se llamaba Felipe y el otro juan. En el momento de dar a luz, la Madre tuvo muchas complicaciones y se vio obligada a que sus hijos nacieran por cesárea. Aquella Madre quedó marcada para toda la vida.
Al pasar los años los Hermanos fueron creciendo y a los dos les iba muy bien en la escuela. Vivían en una vereda llamada “El venado” perteneciente a Puerto Caicedo-Putumayo. Todo iba bien en aquella familia y los gemelos disfrutaban de su vida. Fue entonces cuando llegaron los paramilitares, era una época en la que había mucha guerrilla y violencia. Ya era normal encontrarse personas muertas en las carreteras o en los potreros, fue un tiempo en el que matar era deporte.
Un día como cualquier otro, la familia recibió una amenaza por parte de los paramilitares; les pedían salir lo más pronto posible de la vereda. Si no salían los iban a matar. El Padre no creyó las amenazas recibidas y decidió quedarse. Al poco tiempo por hacer caso omiso a dicha advertencia el hermano del padre fue asesinado por dicho grupo al margen de la ley.
Después de este incidente la familia quedó asustada y triste, fue entonces cuando el padre llamó a una hermana que vivía en Corinto- Cauca, le comentó de su precaria situación económica. Ellos sobrevivían gracias a los cultivos ilícitos que siempre se los arrancaba el ejército, los fumigaban con avionetas y les dañaban la coca, por ahora solo vivían de cultivos como el maíz, la yuca y el plátano, pero no era suficiente. Con los brazos abiertos la hermana recibió al padre, ya que había decidido viajar solo para Corinto y así poder adaptarse al ambiente y conocer la dinámica del pueblo.
A los pocos días en la vereda El Venado donde todavía se encontraban los gemelos con su madre, ocurrió un enfrentamiento entre los paramilitares y la guerrilla, los hechos dejaron un saldo elevado de muertos y heridos, las casas destruidas y el pueblo completamente atemorizado, fue entonces ahí cuando la madre decidió llamar a su esposo y pedirle que por favor la sacara de ahí lo más pronto posible. Así fue como los tres emprendieron viaje para Corinto, a una vereda que se llama “Rionegro”, queda en medio de la montaña. Esta zona era controlada por otro grupo al margen de la ley.
Los primeros días de estadía fueron prósperos y tranquilos, con la mala suerte que volvieron a recibir amenazas, pero esta vez de la guerrilla empezó a pedirles “vacuna” si deseaban continuar su estadía en esa zona rural.
El padre por evitar los problemas con dicho grupo decidió pagarle a la guerrilla un pago mensual como vacuna.
Pasaron los años y los gemelos iban creciendo cada día más y más. A Felipe le encantaba el baile, mientras que a juan la fascinaba jugar fútbol. Un día en el colegio durante un evento cultural, se escuchó un ruido estremecedor que venía desde la cancha del colegio, era un enfrentamiento entre la guerrilla y el ejército, los niños lloraban y el resto de las personas corrían para resguardarse de las balas; el colegio quedó completamente destruido y la comunidad muy afectada. El gobierno no respondía y las ayudas no llegaban. Poco a poco salieron adelante entre todos. Por la televisión solo se veía la firma del acuerdo de paz en Cuba entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, las cosas ya estaban más calmadas, se respiraba un poco más de tranquilidad en el pueblo.
El tiempo pasó y el padre decidió mudarse de nuevo pero esta vez para Popayán, en busca de mejores oportunidades; consiguió un trabajo humilde y con mucho esfuerzo y dedicación pudo comprar una casa y darles educación universitaria a sus hijos, juan está estudiando en Bogotá y Felipe en Popayán, el orgullo de una familia azotada por la violencia, pero con ganas de salir adelante.
Escuche a continuación el audio de esta historia: