Por: Jorge Eduardo Benavides Betancur / Estudiante de Comunicación Social-FUP.
Con una reunión íntima, entre familia y amigos cercanos, se hizo apertura de la Casa Museo Luis Eduardo Ayerbe González; una obra que nace como iniciativa cultural por medio de la fundación que lleva su nombre y que busca salvaguardar la memoria histórica de la casa del poeta soldado Julio Arboleda Pombo, así como de los objetos que por generaciones han constituido un legado familiar de gran valor.
Se trata de la recreación de lo que fue la casa de la familia González Varona que por más de cien años ha habitado la que hoy se ha convertido en Casa Museo y que cuenta con seis salas distribuidas así: el escritorio, la sala principal, la alcoba principal, la sala de colecciones, la recreación del comedor de la casa; lugar donde se celebraban reuniones familiares alrededor de la mesa, y por último El Oratorio; que exhibe las imágenes que desfilan en la procesión del Lunes Santo y otras que pertenecen a su colección privada.
El museo hace énfasis en la exhibición de las compilaciones que el Arquitecto payanés Luis Eduardo Ayerbe González ha reunido desde los años 70’s en anticuarios y de diferentes lugares del mundo para construir una completa sala de colecciones que está compuesta por íconos de la iglesia ortodoxa, colección de objetos orientales, como también se puede encontrar el que quizá sea el pesebre colonial más grande de Colombia, que consta de 68 piezas.
Sin lugar a dudas el elemento protagónico es la recreación de la Corona de la Inmaculada de Popayán, también llamada la Corona de los Andes; la joya que acompañó a Nuestra Señora de la Asunción y que hoy se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de New York. El Arquitecto Luis Eduardo Ayerbe González, quiso reproducirla con elementos y mano de obra payanesa; para hacer un homenaje a tan insigne joya que la ciudad perdió en algún momento.
La idea de crear la Fundación Casa Museo Luis Eduardo Ayerbe González, nace del valor familiar que posee la casa y de la importancia cultural de la que gozan todos los elementos que la componen. Es un espacio cuidadosamente acondicionado por medio de una curaduría rigurosa en la que cada detalle cuenta una historia fascinante, alimentando un ambiente que ya está abierto a la ciudadanía, un recinto en el que propios y visitantes podrán tener el gusto de deleitarse con sus colecciones, su historia, los frisos romanos del patio central y la arquitectura de esta, la denominada Primera Casa Republicana en Colombia; “La casa nueva” como fue llamada por el Libertador Simón Bolívar en 1829.