Natalia Córdoba Claros
Paola Zambrano Mosquera
Programa de Comunicación Social-Periodismo FUP
Matilde Bastos nació el 23 de abril de 1961 en Santander de Quilichao y vivió hasta los siete años en la vereda el Peñón. Tiempo después, con su madre quien trabajaba jornaleando las fincas y sus hermanos, se fueron a vivir al Naya.
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Pasaron los años, al tiempo conformó una familia e inició su lucha por defender los derechos de los pueblos indígenas. Cuando estaba esperando su último hijo, llegaron los paramilitares al Naya a invadir los terrenos y a causar estragos en la comunidad y a prohibir el ingreso de alimentos.
Los recuerdos invaden su mente, aún tiene presente la abundancia del agua, los diferentes animales, y la facilidad con la que cultivaban, cosechaban y vendían los productos que daba la tierra, y conseguía buenos recursos económicos.
Se resistió durante mucho tiempo a las amenazas de desalojo por parte de los grupos armados, no quería dejar su estilo de vida y la tranquilidad que durante tanto tiempo se disfrutó en el Naya. Como si le arrancaran el alma así, describe el dolor de dejar su territorio. “Los paramilitares empezaron desde Timba a botar la comida, a tirarla al río y a matar a las personas”
Matilde se resistió a salir de Naya, se enfrentó a diferentes hechos que pusieron en juego su vida, su familia y la de del bebé que estaba en camino. Narra Matilde que por cosas de la vida, no fue asesinada por parte de un integrante de los Paramilitares, motivo por el cual entendió que lo primordial era el bienestar de su núcleo familiar y decidió huir.
Los paramilitares comenzaron a incendiar las viviendas y a asesinar indiscriminadamente a diferentes habitantes de este territorio, cinco horas fue el tiempo que les dieron para desalojar los predios.
Matilde con lágrimas en su rostro, recuerda los recursos naturales con los que contaban, “las armas no deben ser utilizadas para asesinar a la gente, la comunidad también debe obrar bien, y así alcanzar un bienestar en conjunto”. Es una mujer trabajadora y aun estando sola con sus 4 hijos se ha distinguido por ser luchadora. En la actualidad continúa trabajando por sacar adelante a sus hijos y resalta todos los valores que les ha inculcado, el obrar bien, tener buenos pensamientos, honradez, tenacidad además, hacer bien las cosas para tener buenos resultados en la vida.