El pincel se convierte en un arma, cada trazo es un grito silencioso contra la opresión. En el lienzo, donde el color se mezclaba con las lágrimas, nace una historia de resiliencia, una batalla pintada entre la oscuridad del abuso y la luz de la sanación. Un equipo médico, con el corazón lleno de empatía, y un grupo de artistas, con el alma llena de empatía, y un grupo de artistas, con el alma llena de esperanza, se unen en una lucha por la justicia, utilizando el arte como puente hacia la recuperación y la verdad.
¿Qué es el abuso sexual infantil?
Es un tipo de abuso infantil que incluye actividades sexuales con un menor. Un infante no merece pasar por este sufrimiento a tan temprana edad. Cuando un agresor establece una relación de este tipo con un niño, está cometiendo un crimen que puede tener efectos duraderos en la víctima. Este tipo de abuso no necesariamente implica el contacto físico entre el agresor y el niño. Algunas formas de abuso sexual infantil incluyen:
- Exhibicionismo, toqueteos, roces o forzar a un menor
- Llamadas telefónicas, mensajes de texto o interacción virtual Producir, poseer o compartir imágenes o películas pornográficas infantiles , Trata de menores
- Cualquier otra conducta que sea dañina para el bienestar mental, emocional o físico de los infantes.
¿Quiénes son agresores sexuales infantiles?
La mayoría de los agresores son personas conocidas o inclusive familiares del menor. Casi el 93 por ciento de las víctimas menores de 18 años de edad conocen a su agresor, pero éste no necesariamente tiene que ser un adulto para lastimar a un niño.
Puede tener cualquier tipo de relación con el niño en cuestión, es decir puede ser: un hermano o amigo más grande, familiar, maestro, entrenadora o instructor, cuidador o nana, o el padre o madre de otro niño. De acuerdo con la organización 1de 6, “El abuso sexual infantil es el resultado del comportamiento abusivo que se aprovecha de la vulnerabilidad de los niños y de ninguna manera está relacionado con la orientación sexual del agresor.”
¿Cuáles son las señales de alarma?El abuso sexual infantil no siempre es fácil de detectar. El agresor pudiera ser alguien conocido de usted, o en quien confía desde hace mucho tiempo, lo que
puede hacerlo aún más difícil de advertir. Preste atención a las siguientes señales de alarma:
Físicas:
Sangrado, moretones o hinchazón en el área genital
Ropa interior con sangre, manchas y/o rasgaduras
Dificultad para caminar o sentarse
Muestra síntomas de depresión o desórdenes de estrés post-traumático
Expresa pensamientos de suicidio, especialmente si es adolescente
Tiene problemas en la escuela, como ausencias o malas calificaciones
Exhibe un comportamiento sexual inapropiado para su edad o parece saber más de lo que debiera
Tiene pesadillas o se orina en la cama
Es sobre protector y se preocupa por sus hermanos o asume el papel de responsabilidad maternal o paternal
Se escapa de la casa o de la escuela
Se lastima asimismo
Se aleja o se siente amenazado por el contacto físico
- En 2024, las denuncias por delitos contra niños, niñas y adolescentes en Colombia aumentaron un 8%, registrando un total de 78.124 reportes en comparación con los 71.851 del año anterior.
- Los menores de 6 a 12 años fueron los más afectados, representando 40.026 de las víctimas.
- El 56% de las víctimas fueron niñas (43.692 casos), mientras que el 44% fueron niños (34.432 casos).
- La violencia intrafamiliar encabezó la lista de delitos con 17.940 casos, seguida de la inasistencia alimentaria con 9.919 denuncias y actos sexuales abusivos con cerca de 11.000 denuncias.
- Preocupantemente, el 95% de los menores afectados residen en zonas rurales, donde la intervención del Estado suele ser menos efectiva.
- Entre enero de 2021 y mayo de 2023, se registraron 54.379 delitos sexuales cometidos contra niñas y niños en Colombia, lo que equivale a 1.875 víctimas por mes.
- La impunidad en los casos de violencia sexual en el país supera el 90%, evidenciando la falta de recursos humanos para abordar la alta incidencia de estos delitos.
Testimonios
Caso Yuliana Samboní: El 4 de diciembre de 2016, Yuliana Samboní, de 7 años, fue secuestrada y asesinada por Rafael Uribe Noguera en Bogotá. Gracias a las cámaras de seguridad, las autoridades lograron ubicar el apartamento donde fue encontrado sin vida. La investigación reveló que Uribe actuó de forma premeditada e intentó borrar evidencias. En 2017 fue condenado a 58 años y 8 meses de prisión.
Sara Berga: Sufrió violencia psicológica por parte de su padrastro durante siete años. Su agresor vivía en su misma casa y pasó «desde los 12 años hasta pasados los 18″ ocultando su realidad para ayudar, según pensaba en su momento, a su madre, ya que ambas dependían de este hombre en todo y no estaban pasando por el mejor momento. «Mi madre dejó de trabajar también porque él lo quiso así y sentía que la iba a traicionar si lo contaba».
Alexandra Membrive: Fue abusada sexualmente por un conocido de la familia desde los 7 hasta los 9 años.
Alexandra sufrió abusos sexuales de los 7 a los 9 años por parte de un conocido de la familia aunque sabe que empezaron antes, después de hacer terapia. No lo contó hasta los 33 porque su cerebro enterró todo aquel dolor para poder seguir adelante.
El arte, en sus múltiples formas, ha demostrado ser un poderoso aliado en la lucha contra las secuelas del abuso sexual infantil. A través de la expresión creativa, los sobrevivientes pueden encontrar una voz cuando las palabras se sienten insuficientes o demasiado dolorosas para pronunciar. El arte ofrece un espacio seguro donde las emociones pueden fluir, transformando el dolor en algo tangible y comprensible.
La pintura, por ejemplo, permite a los individuos plasmar sus experiencias y sentimientos en un lienzo. Cada trazo se convierte en un medio para liberar el sufrimiento, convirtiendo el trauma en una obra que habla de resiliencia y esperanza. Los colores elegidos pueden reflejar la tristeza, pero también la lucha por la sanación. Al ver su historia representada visualmente, los sobrevivientes pueden comenzar a procesar lo que han vivido y encontrar un sentido de control sobre su narración.
El abuso sexual infantil provoca consecuencias graves en la salud mental y física de los menores. Entre las principales secuelas se encuentran trastornos emocionales como la depresión, ansiedad y estrés postraumático; dificultades en el desarrollo social y escolar; problemas de autoestima; y, en algunos casos, daños físicos. Estas consecuencias pueden extenderse a lo largo de la vida si no se brinda una intervención adecuada.
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