La inclusión social dentro de la sociedad ha sido crucial para lograr objetivos trazados dentro de diferentes comunidades, tales como, la comunidad indígena, específicamente en las mujeres. Su participación impulsa políticas que reflejan mejor las necesidades de sus comunidades y promueve la equidad en una sociedad históricamente desigual.
El Cauca se caracteriza por su diversidad étnica y cultural, cuenta con diez pueblos indígenas entre los que se encuentra la comunidad Nasa, que tiene uno de los procesos organizativos de movilización social y de resistencia más consolidados del país. En este contexto, en 1971 se crea el Consejo Regional Indígena del Cauca-CRIC, constituyéndose en un punto de partida fundamental para la movilización indígena en el departamento.
Dentro del marco de la resistencia y el avance en los contextos políticos del movimiento indígena, las mujeres son un pilar fundamental debido a que con su participación en los diferentes tejidos como lo son salud, educación y preservar la lengua ancestral Nasa Yuwe contribuyen de manera activa y centrada. Su misión es guiar y acompañar el proceso comunitario que llaman la liberación de Uma Kiwe (Madre Tierra). Para ellas, es la lucha que busca sanar sus territorios de todo lo que los enferma y esclaviza, pero no todo es color de rosa. Las mujeres siempre han sido estigmatizadas por el simple hecho de ser mujeres, y porque se cree que las labores como autoridades en el proceso comunitario no les corresponde sino a los hombres.
A pesar de todos los obstáculos que han tenido que atravesar las mujeres Nasa, hoy en día tienen el privilegio de participar en el contexto político organizativo y en la defensa de la vida. Han obtenido logros significativos en los espacios de decisión política, como es la participación en el ejercicio de autoridades ancestrales dentro de sus territorios, y en el contexto del municipio de Jambaló, la alcaldía, se contó con la participación de la primera mujer indígena, quien ejerció el cargo en el periodo 2016 – 2019, ella es Flor Ilva Tróchez Ramos, actualmente coordinadora de planeación del CRIC.
Flor Ilva, empezó como todas las mujeres dentro de la comunidad del resguardo y municipio de Jambaló como una joven trabajadora dentro de su núcleo familiar, su nivel académico solo llegó hasta cuarto de primaria, sin embargo, contaba con habilidades que le permitieron ejercer el cargo de maestra por un tiempo, luego continuó como Nej Wesx (Gobernadora del Cabildo), lo que la llevó a continuar sus estudios para así mucho después ocupar el cargo como alcaldesa del municipio, lo cual fue controversial en el municipio por los estereotipos de género y además el apoyo económico para su campaña era nulo, por esa razón, sentía que debía abandonar la candidatura, sin embargo, gracias al apoyo de personas y dentro de su espiritualidad, la confianza en los Ksxaw (Espíritus) pudo tener más claridad en cuanto a lo que debía hacer, logrando así llegar a ser la primera mujer indígena en llegar a la alcaldía de Jambaló y de los resguardos del Norte del Cauca, cada una de sus luchas se vieron reflejadas porque obtuvo reconocimientos a nivel departamental como una de las mejores gobernantes. Siendo esto un gran logro que fortalece a la organización, demostrando que las mujeres también pueden llegar a ser lo que hasta hace unos años para ellas estaba prohibido.
Las mujeres indígenas son un ejemplo a seguir dentro de sus comunidades y tienen una representación dentro de los distintos escenarios. Sin embargo, Diana Rosero afirmó en la página Radio Nacional de Colombia, RTVC el pasado 5 de septiembre de 2021 que: “En las comunidades indígenas, las mujeres cargan con una de las responsabilidades más importantes: el de preservar las tradiciones de sus resguardos». Según el último censo realizado por el Dane, en 2018, de 1.905.617 colombianos que se identifican como indígenas, el 50,1 % son mujeres y ellas, usualmente, están encargadas de educar a los menores de las comunidades y deben enseñarles la lengua nativa, las costumbres y oficios típicos».
De acuerdo a lo anterior, las mujeres han tenido que atravesar desafíos de acuerdo a la desigualdad dentro de las comunidades. Incluso, la educación era un recurso al cual no podían acceder, era solo para los hombres y así como ese, ha habido muchos recursos a los que las mujeres no tenían derecho a acceder. No obstante, gracias a las luchas a las que se han enfrentado las mujeres en el pasado contra todas aquellas injusticias y violaciones a sus derechos, hoy en día la mujer ocupa un lugar diferente dentro de la sociedad.
Como lo mencionó Gloria Rodríguez en la revista de la Universidad del Rosario el pasado 29 de agosto de 2017: «Las mujeres indígenas colombianas juegan un papel importante y dinamizador dentro de sus culturas, economías y organización comunitaria». De ellas brota la vida para constituirse en promotoras de los saberes de sus pueblos y constructoras de paz».
Hoy en día, dentro del contexto político, la participación de la mujer indígena es importante por varias razones: en primer lugar, se refleja la inclusión social, no solo con mujeres indígenas, sino también con mujeres. Eso ya lo hace un hecho inclusivo, ya que como se mencionó anteriormente, las mujeres no tenían derecho ni siquiera de votar, en segundo lugar, se garantiza que sus comunidades que han sido marginadas históricamente, sean mejor representadas y, por lo tanto, sean más visibles ante el gobierno nacional.
Por otro lado, se puede destacar que se afianza la protección de los derechos de los pueblos indígenas, por ejemplo, como lo es la Ley de Origen, promoviendo así la preservación de la cultura y la lengua. Y en relación con ello, también se fortalece el empoderamiento de las comunidades por medio de los tejidos sociales de las comunidades, buscando como objetivos la justicia social, la equidad de género y el acceso a recursos básicos, como la salud y la educación.
La inclusión social es esencial para las mujeres y las comunidades indígenas debido a que es un impulso que se da para avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa. Con su participación se logra que sus voces sean escuchadas y respetadas, potenciando la diversidad de opiniones en la toma de decisiones. Al permitir que las mujeres indígenas asuman roles de liderazgo, se logra que se fortalezca la representación democrática, se promueven políticas más inclusivas, desafiando así los estereotipos de género y etnicidad. Por lo tanto, esta inclusión social no solo mejora las condiciones de sus comunidades, sino que también contribuye a una sociedad más justa, donde la diversidad cultural y de género se valora y respeta plenamente.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
Flor Ilva Tróchez Ramos, nacida el 2 de julio de 1970, en Jambaló, Cauca. Un resguardo indígena y un municipio montañoso, ubicado en el nororiente del departamento del Cauca, a dos horas y media de Popayán.
Posee un paisaje espectacular y es un mosaico cultural en el que, desde el primer instante, se percibe una rica herencia de los pueblos Nasa y Misak. No obstante, también es una región afectada por diversas violencias debido al conflicto armado, donde sus habitantes han experimentado el desplazamiento forzado, los homicidios selectivos, masacres y tiroteos, así como la erradicación y restricción de sus prácticas culturales ancestrales.
En el contexto del conflicto armado, la columna móvil Jacobo Arenas y el frente 6 de las FARC intentaron aprovechar el desinterés del Estado para establecerse en esta zona. En la actualidad, los pueblos indígenas de esta área han iniciado una lucha tenaz no sólo contra las guerrillas, sino también contra cualquier grupo armado que los ha impactado, como bandas criminales y el Ejército, para proteger su territorio, su cultura y su derecho a vivir en paz.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
Flor dice: «Siempre dedicando un poco de tiempo para vivir en plenitud».
Y es así; en su juventud, estaba en su territorio donde empezó a caminar la vida y a conocer a la gente de su comunidad. Era una joven que trabajó desde muy niña en el Thul (Huerta) haciendo diferentes labores en los cultivos que tenían, en el cuidado de las plantas y la conservación de las mismas, también fue comerciante de productos varios llevándolos desde Santander hacia Jambaló.
Sin embargo, a sus 14 años y con apenas cuarto de primaria cursado, empezó un camino como maestra; con ayuda de mayores preparaba clases para los diferentes grupos que le fueron asignados y así se fue sembrando el espacio el pensamiento de que las mujeres pueden hacer cosas importantes tanto en la familia como en la comunidad.
Después de laborar como maestra y comerciante en la comunidad, pudo capacitarse para ser maestra bilingüe en el resguardo de López Adentro, ubicado entre los municipios de Caloto y Corinto, donde estuvo por 3 años. Hizo un recorrido por diferentes territorios, tales como vereda La Isla, corregimiento de Pescador, municipio de Caldono, donde estuvo por un año, después por otro año, estuvo en el resguardo de Munchique-Los Tigres, Santander de Quilichao, y, por último, estuvo en Toribío por 5 años.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
Cuando regresó a Jambaló, después de una ardua labor como docente en dichos territorios, el actual alcalde del municipio, quien era Ricardo Gembuel, la delegó como coordinadora de educación del municipio para trabajar sobre el PEC (Proyecto Educativo Comunitario). Siendo este el inicio de un nuevo camino para Flor como mujer dentro del contexto político del municipio.
En el año 1999, ya se desempeñó como coordinadora de educación para el Plan de Vida Proyecto Global, posterior a ello, después de un periodo, fue enviada al CRIC, donde laboraba en programas curriculares para los proyectos educativos comunitarios.
En el año 2004, retornó una vez más a Jambaló, donde debía prepararse para ser coordinadora del Plan de Vida. Sin embargo, después de ejercer dicho cargo, fue elegida como Nej’ Wesx (Gobernadora del Cabildo), donde históricamente fue la primera mujer en ser elegida en dichos cargos; así mismo asumió más cargos importantes para el desarrollo del municipio.
Después de muchas conversaciones, asambleas y demás, la comunidad veredal la eligió como candidata a la alcaldía de Jambaló, asunto que ella no quería aceptar; sin embargo, por un impulso de empoderamiento y por representación de las mujeres decidió aceptar. Después de tantas luchas dentro de la candidatura, se logró la victoria y finalmente, Flor Ilva quedó como alcaldesa.
Dentro de la gestión que Flor Ilva realizó dentro de la Alcaldía, fue un éxito; fue una de las mejores gobernantes que tuvo Jambaló. Se realizaron proyectos, mejoró la salud y la educación, y mejoraron las vías de acceso al municipio, entre otras cosas. Demostrando así que Flor como mujer fue capaz de asumir su cargo y cumplir con sus propuestas, y que a pesar de las limitaciones que tuvo pudo ejercer y gestionar bien todo su periodo como alcaldesa.
Obtuvo reconocimientos a nivel nacional, demostrando ya con hechos que una mujer sí puede y cuenta con las capacidades para llevar a cabo gestiones importantes. Al respecto, se señala que es importante mencionar que la alcaldesa del municipio de Jambaló, Flor Ilva Trochez Ramos, también fue preseleccionada en la categoría de alcaldes de municipios con menos de 20 mil habitantes, como muestra de su liderazgo y entrega en los procesos administrativos de su municipio, lo anterior, según información suministrada por el periódico Proclama, modalidad virtual, el pasado 30 de octubre de 2018.
Esto quiere decir que su dedicación y compromiso transformaron la comunidad, y se reconoce su gestión como alcaldesa como un ejemplo inspirador de liderazgo y servicio que deja huella en cada rincón del municipio.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
Avanzando en este recorrido de la vida de Flor, a pesar de ser la primera mujer históricamente que se hizo cargo de puestos muy altos políticamente, ella ha tenido que cargar con problemas que la han amenazado tanto emocional como físicamente, no solo por lo que ella vivió en su momento, si no también por las fuertes historias de sus colegas, a quienes muchas veces asesinaban de manera injusta.
Flor comenta que «en el 2016 no me informaron nada y solo me llamaron a la asamblea de la vereda Picacho, para decirme»: «Mire, tenemos tantas veredas y sí o sí le corresponde ser candidata a la alcaldía Municipal de Jambaló, y en la noche anterior yo había conversado con mi familia, y quedamos en que yo por encima de todo iba a decir que NO, porque yo ya había sido amenazada de muerte más de 10 veces por las FARC» (F. Tróchez, 11 de octubre de 2024).
A pesar de todo lo que Flor ha atravesado, ha demostrado ser una mujer inquebrantable, que lucha por los derechos de las mujeres y habla de que con resistencia y valentía se puede lograr demostrar que las mujeres no solo son para ser esposas y amas de casa.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
Años después de su periodo como alcaldesa, continúa con un gran objetivo y es el ser una motivación para aquellas mujeres que despertaron y ahora quieren seguir sus pasos, es importante, que las mujeres se atrevan a tomar el liderazgo en contextos políticos y contribuir al desarrollo del territorio, siendo este un tejido de mujeres donde una jigra se va formando de generación en generación, que las niñas de hoy sean unas mujeres llenas de conocimiento, valores y capacidades para asumir cargos y responsabilidades que vayan más allá de dedicarse únicamente al hogar, a sus esposos e hijos.
Por eso, es importante escuchar a los mayores, ya que están llenos de saberes y vivencias que son fundamentales compartirlos entre los jóvenes de las comunidades, que, en este caso, ya sería un proceso en consenso, que entre hombres y mujeres nasas puedan también contribuir para generar un cambio e impacto social dentro de la sociedad, para lograr dejar de ser comunidades marginadas, sino que sean visibles y también cuenten con voz y voto frente al resto de la población.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
Después de todo el camino recorrido de Flor por los diferentes contextos políticos y sociales, resalta que es importante la participación de las mujeres en las diferentes movilizaciones de la organización, ya que los objetivos son por un bien común.
Desde siempre se han realizado las manifestaciones, pero como ya ha sido nombrado, las mujeres no tenían derecho a participar en ellas. Sin embargo, después de tantas luchas, se ha podido lograr gradualmente esa problemática, y gracias a que Flor alcanzó y potenció el empoderamiento femenino en la política del municipio, se reforzó aún más la participación y la motivación de que las mujeres de los territorios se atrevan a alzar la voz, a luchar no solo por sus derechos, sino de los territorios en general; impulsar a ser Kiwe Thegnas (Guardia Indígena), a ser Nej’ Wesx (Gobernador del Cabildo), y también a quienes aspiran más allá a cargos más importantes, como alguna vez ella lo pudo lograr.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
Uno de los objetivos de Flor ahora es también realizar trabajos con quienes van a habitar y tener el control de los territorios en un futuro, los niños. En este caso, realizó un trabajo ambiental con aquellos pertenecientes al resguardo de Jambaló.
Los mayores dicen que hay que dejarles una herencia a las generaciones que vienen en camino, y es el recorrido hacia un futuro mejor, para que ellos de las luchas solo sepan la historia, reconozcan su territorio y sus ancestros. Que se eduquen y transformen sus vidas y las de sus familias, que tomen un camino correcto y decisiones acertadas.
Que hagan de cada tejido una fortaleza para todos los territorios que lo necesiten, que preserven la cultura, la naturaleza, la lengua y las costumbres del pueblo Nasa, como se nombró anteriormente, que sea un trabajo en equipo entre hombres y mujeres para que cada uno de los territorios viva plenamente y en paz.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
El poder femenino indígena se tomó parte de la política en Colombia, siendo esto un avance enorme para las luchas de las mujeres; dos referentes como Flor Ilva Tróchez y Aida Quilcué, quien ahora es senadora de la República, demuestran que la inclusión social cada vez más es más fuerte dentro de los territorios. Que a pesar de todo aquello por lo que han tenido que pasar no les ha impedido llegar hasta donde están, que cada gota de sudor cuenta, que todo el esfuerzo y el tiempo invertido en la educación ha valido la pena.
Y así como ellas vendrán muchas, mujeres aguerridas que se apropien de alcanzar el bienestar de su territorio, que hagan de sus comunidades, veredas y municipios, lugares que estén en armonía, paz, equidad y haya justicia…
De acuerdo a la educación que se les está brindando hoy en día a los niños y jóvenes en los territorios, ese objetivo se podrá lograr.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
Flor Ilva es una defensora sin dudarlo de los derechos de las mujeres. Como ella, muchas más hoy en día utilizan su palabra para empoderar a sus comunidades, y así construir un futuro más justo y equitativo, donde la diversidad y la inclusión sean la base de evolucionar y avanzar cada vez más.
Su historia es un testimonio de la resistencia; un gran ejemplo de cómo persistir y nunca desistir puede lograr cambios y transformaciones en las comunidades.
Fuente: Flor Ilva Tróchez Ramos
Actualmente, este es el núcleo familiar que conforma el entorno de Flor Ilva. Aunque su sobrino actualmente está desaparecido, dentro de su familia guardan la esperanza de volverse a encontrar algún día; por otro lado, sus padres también fallecieron, un golpe que también los sacudió. Sin embargo, ellos siguen siendo muy unidos; todos trabajan por un objetivo para un bien común. Cada uno con sus luchas internas, pero no se dejan llevar por aquello que los agobia, sino que, antes, por el contrario, se ayudan mutuamente porque saben que lo necesitan.
Cabe resaltar que Flor Ilva y su familia no viven en Jambaló. Debido a amenazas de muerte en su contra, les tocó abandonar el territorio y rehacer su vida en el municipio de Timbío. Años después, gracias a nuevas gestiones que realizó Flor para el bienestar suyo y el de su familia, ahora residen en Popayán. Pero no dejan atrás la idea de que algún día podrán volver a vivir tranquilos en su territorio.