por: Mario Cundumí Garcés, estudiante de Comunicación social FUP.
Alrededor de 40 familias de las zonas rurales del municipio de Guapi abandonaron sus territorios por el temor a los actores armados y el estar en medio del conflicto .
A la cabecera municipal de Guapi llegaron desplazados 170 personas y familias, producto de las amenazas que han generado grupos al margen de la ley, que empezaron desde algunos meses a instalarse en la comunidad de soledad del Napi, en zona rural de esa población.
El día miércoles 16 de febrero del 2022 se presentó una migración (en horas de la tarde) de la vereda Soledad debido a la toma de la localidad por grupos armados (ELN). En la zona se ha reportado hay presencia también de estructuras de las FARC, Los Contadores y otros grupos que se disputan el territorio. La población rural ha estado en el medio de esta disputa territorial para el manejo de las entradas y salidas de zonas estratégicas para negocios ilícitos.
El acontecimiento ocurrió cuando hombres del ELN llegaron a la zona urbana de la localidad (Soledad) violentando a la comunidad. Según pobladores de la región, todo aquel que se le atraviese, niños, jóvenes hasta incluso adultos mayores sufrieron múltiples amenazas y obligando a los habitantes a abandonar sus hogares.
Estas personas tenían sus parcelas y sus enseres, ahora les toca vivir a la intemperie, sin embargo, unos más afortunados tienen donde llegar (familiares), pero igualmente estas personas expresan su angustia y extrañan su territorio, el cultivar plátanos, yucas entre otras cosas elementales de su vida en el campo.
Estos acontecimientos inciden a que los individuos se dirijan por malos pasos, ya que suelen ser despojados de lo poco que tienen para subsistir en la vida, ellos primero migran a los centros urbanos más cercanos luego a las ciudades como Cali, Bogotá, Medellín entre otras.
Los grupos como la FARC y ELN son los que más hacen presencia en la zona, imponiendo sus leyes para todo aquel que se acentúe en zonas donde ellos delinquen, sin embargo, estas zonas durante mucho tiempo han sido abandonadas por el Estado que no le presta la mayor atención para que así no se originen estas bandas delincuenciales, ya que eso afecta a los mismos habitantes, realmente a los más jóvenes, que por no tener oportunidades de salir adelante muchos optan al ingreso de estos grupos delincuenciales.
Algunos de los nativos de la comunidad, nos cuenta un poco sobre la situación que tuvieron que atravesar:
(Doña maría) ama de casa
“Cuando recuerdo la situación se me salen las lágrimas. Venir a Guapi sin nada, a empezar de nuevo no es justo, uno teniendo su vida en su lugar de origen. Con mi familia en la que la conforma 4 menores de edad, nos tocó migrar y salir de allí en la canoa que fuera!
Andrea
Estudiante de la escuela Soledad
Como todos sabemos la situación es triste en la que a mí como estudiante me tocó dejar mi escuela, realmente mi futuro, hace ya dos semana tuvimos que migrar a Guapi en la que busco retomar mis estudios.
(Don Juancho)
Tendero de la verdad Soledad, el cual se dedicaba al emprendimiento.
Esta violencia nos quitó la vida, a mí personalmente me quitó un hijo por los enfrentamientos entre los grupos, lo cogió una bala perdida y ahí quedó, entonces a raíz de ello nosotros decidimos migrar a Guapi a comenzar de nuevo, ¡porque toca! que más uno hace!!, uno allá convive con los delincuentes ellos son los que mandan, allá no existe fuerza pública.
A Estos hechos se suman a los desplazamientos de otras familias de los sectores de San Vicente, El Rosario y Hojarascal, que desde el año pasado abandonaron sus casas, con lo que la cifra de desplazados alcanzaría aproximadamente las 220 familias.
La Unidad para las Víctimas, está coordinando acciones con las autoridades locales y departamentales, con el fin de apoyar y entregar ayudas a las familias afectadas, mientras que la fuerza pública les brinda condiciones de seguridad para el retorno.