por: Jhon Fernando Delgado Estrella, estudiante de comunicación social FUP
Colombia ha sido uno de los países en Latinoamérica con un gran número de casos de aborto en menores de edad. Se estima que el 44% de los embarazos no planeados en el país corresponde a unos 400 casos de abortos inducidos, de los cuales solamente 322 fueron procedimientos legales, o interrupciones voluntarias del embarazo.
Según la Sociedad colombiana de pediatría (SCP) en Colombia las niñas menores de edad siguen siendo en la actualidad victimas de abuso y violación sexual, maltratos que ponen en peligro la salud mental y física. Hasta el 2015 el informe destaca que de los 22.115 casos registrados al año anterior, 16.116 corresponden a niñas menores de edad que representa el 73 % de todos los casos; siendo niñas entre los 10 y 14 años las que mayor padecen esta situación.
En la actualidad tras presentarse un caso de aborto de una menor de 13 años que presuntamente fue abusada por un sacerdote en San Bernardo del Viento Córdoba, El claustro entrevistó la opinión de algunos jóvenes y especialistas de la ciudad de Popayán sobre este tema.
Suany Alexandra González, una joven de 25 años residente en la ciudad de Tumaco que actualmente vive en la ciudad de Popayán, estudiante de noveno semestre de Psicología de la Fundación Universitaria de Popayán dijo:
“El sacerdote que abusó a la niña menor de 13 años aplicó manipulación haciendo énfasis en las dominación del poder. El señor es una persona que reconoce su actuar y sabe las consecuencias de sus actos es decir tiene pleno conocimiento de su comportamiento; esto demuestra que en la huida del lugar el sacerdote puede haber llegado a persuadir a la menor por medio de palabras religiosas; además, el hecho de ser sacerdote no quita que sea hombre que no tenga deseos sexuales o que no tenga pecado al final es un ser humano común y corriente. Tanto la niña como los padres necesitan una terapia para sobrellevar lo sucedido puesto a que es un caso que deja muchos trastornos y emociones afectadas dentro del ser humano”.
Marcel Enrique Molano, Médico egresado de la Pontificia Universidad Javeriana residente en la ciudad de Popayán, especialista en salud pública expresó:
“Es que todos somos humanos. Desde el punto de vista del derecho canónico, se le exige por parte de la iglesia católica el celibato por ser sacerdote . Sin embargo, él tuvo sus relaciones con una menor y será la Fiscalía la que determine su situación.
Sin embargo, desde el punto de vista humano él sacerdote cometió un error porque ella era una menor; el problema es que la manda abortar siendo el sacerdote quien comete un doble pecado que es faltar al celibato y el otro es mandar a abortar. También hay que ver con ojos de perdón, los humanos tenemos flaquezas, debilidades llevados por sentimientos.
María Cecilia Quiñones Cuéllar es un estudiante de Psicología de la Fundación Universitaria de Popayán procedente de la ciudad de San Andrés de Tumaco Nariño afirmó:
” Vivimos en una sociedad donde hay tantos casos tristes y tormentosos hoy hago una crítica frente a este caso que ha sido muy polémico gracias a que procedemos de una epidemia que dejó muchos estragos y muchas vidas que hoy no están aquí actualmente en la sociedad. También vemos una problemática que se está dando por un decreto que salió frente al aborto. Pienso que este caso más allá de la justicia que se haga porque debe de ser así porque se está violando frente a una menor de edad que no ha tenido la pubertad de vivir de tener una vida sexual con responsabilidad con desconocimientos sobre las consecuencias que puede traer estos.
Es importante que el Gobierno junto al Ministerio de Salud, inculquen más procesos de educación sexual dentro de los ámbitos educativos y en los ámbitos externos para que la sociedad crea conciencia y procedamos a tener una vida sexual reproductiva con responsabilidad sin afectar nuestra vida respetar nuestro cuerpo y no dañar una vida en camino de formación ya que también es doloroso ver cómo le quitan la vida a un ser que se está formando en el organismo en el órgano de una mujer. Esta crítica la hago pero es una crítica que más allá de crear un estrago de pensamientos y división social a que tomemos conciencia tanto como jóvenes y personas adultas la importancia de tener un cuidado con nuestra vida sexual y reproductiva.