Por: Daniel Zuñiga, estudiante de Comunicación Social FUP
Javier Matteo Caicedo Campo, nadador profesional perteneciente a la selección Cauca de dicha disciplina, participante en diferentes mundiales con la delegación colombiana de natación nos cuenta un poco de cómo ha sido su proceso de dedicación y amor hacia este deporte que tanto lo apasiona.
Javier Matteo inició la práctica de este deporte exactamente en el año 2010 en la ciudad de Popayán, cuando tenía tan solo nueve años de edad, recuerda con mucho aprecio las veces que su madre buscaba introducirlo en algún deporte para que pasara sus ratos libres y tuviera en que distraerse, pasó prácticamente por todas las disciplinas, fútbol, baloncesto, volleyball, pero ninguno de estos deportes lo apasionaba de verdad hasta que después de muchos intentos y pasar de un lado a otro, se encontró con la natación, un deporte que para ese entonces no estaba en los planes de nadie, ni de él ni de su familia, pero a medida que iban pasando los entrenos las personas del común incluyendo a los entrenadores de Matteo comenzaron a ver que el “muchacho” tenía bastante potencial el cual debían explotar, sin dejar de lado el hecho de que dentro de él fue creciendo un gusto sin igual por practicar todos los días y como Matteo mismo expresó “A partir de ahí inicie sin siquiera darme cuenta una vida deportiva bastante importante con relación al deporte caucano”.
En el año 2013 a la edad de 12 años y después de un arduo esfuerzo junto a su entrenador del momento Victor Catamuscai, logró clasificarse y ser seleccionado para competir en el torneo con aletas llevado a cabo en la ciudad de Medellín, Antioquia; este sería una de las catapultas al prospero futuro que le aguardaba a Matteo; recuerda este campeonato como su primera participación fuera de su ciudad natal, un campeonato en donde logró traerse consigo varias medallas de oro y en varias competiciones consiguió quedar en el famoso “pódium” de ganadores, es decir, en los primeros tres lugares de las competiciones y más aún, cuando después de este campeonato comenzó un vínculo estrecho con Juan Carlos Toledo quien para ese entonces sería un entrenador con mayor trayectoria y recorrido en el ámbito profesional.
Escucho con gran interés su voz y su relato vía telefónica, se le nota alegre al recordar sus inicios y todo lo que poco a poco fue construyendo con su esfuerzo propio y de sus padres.
Dice con gran firmeza que desde ese momento tanto él como sus padres sabían que tenía con que dar muy buenos resultados en este deporte, pero ahora viene en cierta parte los momentos dolorosos para los padres y es el tema económico, se sabía que iban a surgir demasiados gastos, tema de los viajes para los campeonatos, que para su momento la entidad deportiva del Cauca Indeportes no cubría con su totalidad y a sus padres les tocó con mucho esfuerzo suplir el dinero para que su hijo pudiera seguir sus sueños, además de la alimentación tan estricta que debía seguir, los implementos deportivos como la pantaloneta, el gorro, las gafas, las aletas y el mantenimiento en el club.
Sus padres siempre estuvieron de acuerdo con estos gastos porque pensaron que era una muy buena manera para que su hijo invirtiera el tiempo. Matteo dice que en este punto inicial de su vida deportiva nunca pensó en rendirse aun sabiendo los días tan duros y exigentes que se avecinaban, días enteros dentro de una piscina y la exigencia que consigo traía pero que le pudo más el gusto y la pasión por el deporte que el mismo cansancio.
Seguimos por el recorrido deportivo superficialmente, centrándonos en el ámbito nacional iba mejorando cada vez más, en cada campeonato iba reduciendo los tiempos de sus competencias, nos explica que bajar los tiempos en un deporte como la natación es progreso para mostrar los resultados ante los demás y ver que en realidad se están consiguiendo buenas cosas y buenos objetivos.
Después de un recorrido exigente y con mucho esfuerzo, llegamos a un año que para él fue uno de los más importantes y un súper impulso para lo que sería su futuro, nos centramos en el año 2016 exactamente en el mes de agosto cuando Matteo logró clasificar por primera vez a un mundial de natación con aletas en juvenil que se desarrolló en Francia cuando tenía 16 años. Esta fue su primera experiencia internacional, lejos de su tierra y de sus familiares. Recuerda con un poco de jocosidad que para ese entonces no lograba percibir la magnitud de lo que esto representaría para él, tomo la noticia de su clasificación como cualquier otra, con mucha mesura, no le daba la importancia que estos campeonatos requerían, una vez estando en tierras francesas recuerda con mucho orgullo que su participación no fue del todo mal, logró clasificar en el sexto puesto a nivel mundial en una de las pruebas que para él son de las más complicadas y esta fue la de los 50 metros aletas, realizando un paréntesis en este punto cabe resaltar y aclarar que Matteo es un nadador que se desempeña como velocista en donde están las disciplinas de 50, 100, 200 y 400 metros en piscina mientras que en aguas abiertas son pruebas de 1000 y 3000 metros, en este mundial fue a competir en piscina.
“La gente me decía que yo era muy bueno, que tenía potencial y que era un excelente nadador pero nunca le preste atención a esto” para él era muy normal todo, pero a partir del siguiente mundial se percató ya conscientemente de su verdadero potencial y su verdadera pasión por esto. Los mundiales de natación se desarrollan por lo general cada dos años pero en el año 2017, un año después del mundial de Francia fue corrido un año antes por temas del comité olímpico internacional, nuevamente logró clasificar para su participación con la selección Colombiana, recuerda este viaje como algo muy extenso en temas de tiempo de estadía, tuvo que estar aproximadamente un mes en el país de Hungría en donde participó en una copa mundo realizada en ese lugar, luego de esto el tiempo restante fue solo entrenamiento y concentración con todo el equipo, afirma con mucha alegría que sus resultados en tierras Húngaras fueron muy destacados, posterior a esta competencia la delegación se desplazó a tierras italianas en donde Javier desconoce su desempeño puesto que recuerda, no estaba en la mejor forma ni con los mejores ánimos para sus competiciones.
Una vez finalizado esto, regresó a Colombia en donde después de un merecido descanso participó en campeonatos clasificatorios a los mundiales y en el mes de agosto del 2017 aproximadamente logró clasificar para el mundial de natación con aletas desarrollado en la ciudad de Tomsk, Rusia. Recuerda que fue un viaje muy agotador por las numerosas horas dentro de un avión además de su preparación tan estricta durante este tiempo. Los nervios y la comida tan extraña de Rusia le jugaron una mala pasada puesto que estuvo enfermo, se sentía muy mal, pero a pesar de esto participó en la prueba de los 50 metros aletas, aquí se necesita más fuerza que resistencia “mientras más lejos sea la competencia o la prueba, más resistencia debe tener el nadador” clasificó a la final que se desarrollaría en la tarde de ese mismo día pero que infortunadamente fue descalificado incluso antes de entrar a la piscina afirma él, lastimosamente antes de iniciar la carrera, se lanzó al agua mucho antes de que el juez diera la orden para que lo realizaran todos los participantes, esto generó la descalificación en la final, pero dejando de lado esto, Matteo recuerda que corrió la competencia con mucho esfuerzo y entusiasmo, este acontecimiento fue un golpe muy bajo para él, como afirmó, desde aquí comenzó un descenso en lo que fue su gran progreso hasta ese año y este impacto tan complicado repercutió hasta un año después en donde comenzó a sufrir de falta de confianza, ya no se sentía seguro con lo que hacía, pues muchas veces puso en dudas su pasión y amor por la natación y tristemente empezó a ver este deporte como un trabajo y no como algo que le gustaba hacerlo, tuvo que recurrir a un coach en Medellín reconocido por ser el mismo personaje que atiende a Mariana Pajón quien intentó ayudar a que Matteo recuperara su confianza y su motivación y aquí comenzó la caída de quien denominaron como la “aleta de hierro”.
En palabras textuales de Matteo las cuales las nombra con tristeza y cierta rabia afirma que “el año 2018 fue perverso para mí, estuve con los tiempos en la nada, no tuve ningún progreso en ningún aspecto, cabe aclarar que cuando un nadador alcanza un nivel los tiempos no van a mejorar tan rápidos como antes, se vuelven un poco más cortos y difíciles de conseguir, empecé a decaer porque ya no disfrutaba tanto ir a entrenar y todo se desprendió de ese incidente ocurrido en el mundial”.
Después de estos sucesos y su encuentro con el coach buscó retomar nuevamente con mucha fuerza pero ya no aspirando a un mundial sino a los juegos deportivos nacionales que se desarrollaron aquí en Colombia cada cuatro años, realizados en Cartagena en el año 2019 donde gracias a su esfuerzo volvió a clasificar a una selección Colombia pero para afrontar los juegos panamericanos desarrollados a finales de ese año en donde logró colgarse la medalla de bronce en los 50 metros bialetas y cuarto en los 100 metros bialetas, recuerda con emoción que fueron buenos resultados con respecto a los rivales directos como lo eran Valle y Bogotá.
Ese año culminó con una participación internacional realizada en Polonia con buenos resultados pero no excelente, comenzando el año 2020 exactamente en el mes de febrero tomo la decisión de ir un tiempo a Australia a estudiar inglés pero aquí surge un acontecimiento que no estaría en los planes de nadie.
En el mes de septiembre del año inmediatamente anterior a este viaje, su pareja sentimental quedaría en embarazo de quien hoy es su hija Sarah Sofía, fue un impacto muy duro ya que todo cambio bruscamente, pero decidieron afrontar todo esto con responsabilidad y madurez sin dejar que fuera un obstáculo para ellos y el viaje de Matteo a Australia se hizo al pie de la letra en febrero cuando su novia tendría cuatro meses de embarazo.
La natación de aquí en más quedó rezagada por mucho tiempo, primero porque como se dijo anteriormente emigró hacia otro país y segundo porque llegó la famosa pandemia del covid-19 y además que en Colombia no surgieron eventos deportivos y en tierras australianas mucho menos.
Regresó a Colombia en noviembre del 2020 donde siguió entrenando con cierta normalidad pero bajándole un poco a la intensidad con la cual ya estaba acostumbrado a trabajar y practicar este deporte. En febrero del 2021 logró entrar a la universidad para estudiar arquitectura y desde ese entonces el deporte se volvió a pausar sin antes volver por una última vez a las piscinas, pudo competir representado a la universidad del Cauca en Bogotá ese mismo año en donde logró excelentes resultados trayéndose consigo medallas de oro y dejando en alto el nombre de la universidad, este fue uno de sus últimos momentos a nivel competitivo para Matteo.
Este año ya con los nuevos acontecimientos de su hija, sus estudios y demás tuvo una nueva competencia en el mes de marzo en una disciplina aguas abiertas donde no se lograron los mejores resultados.
A manera de cierre, dice lo siguiente con alegría y orgullo por ver todo lo que ha vivido “ha tomado un rumbo totalmente diferente mi vida desde el 2019, sin embargo, cabe aclarar que no me arrepiento para nada es más, planeaba este cambio desde que conocí tantas partes me di cuenta que me gustaría enfocarme en otras cosas como aprender, ser un profesional, trabajar y me gusta lo que estoy haciendo, encontré nuevamente el disfrute que había perdido en la natación. Cuando tengo tiempo de practicar mi deporte lo hago pero ya no en carácter competitivo, trato de ir todos los días al gimnasio y mantenerme activo siempre y saludable”
Actualmente Sarah Sofía ya va a cumplir dos años y él va en tercer semestre de arquitectura, todo va muy bien y junto a su pareja siguen con el rumbo fijo y las metas claras en su cabeza, nuevos proyectos venideros y diferentes sueños que no fueron frustrados por el nacimiento de su hija, sino que simplemente fueron aplazados para una nueva ocasión, siguen luchando como una pareja muy unida por su hija y por su futuro inmediato, conocer, vivir y disfrutar es lo que más quieren y anhelan por mucho tiempo.