Por: Juliana Montilla, estudiante de Comunicación Social.
Poema inspirado en la realidad que me habita.
No es una historia, es una vivencia.
¿Es acaso paz, o es guerra?
Caminaban por las calles, pidiendo que se acabara todo,
pero con ese sonido, ese sonido que nos aterroriza.
Todo empezó, todo empeoró.
Ya no se pedía, pacíficamente.
En la calle se escuchaban los gritos de agonía.
De tantas madres que han perdido a lo más preciado de su vida.
De rodillas pedían parar todo.
Gritaban y rogaban no más violencia, pero no fueron escuchadas.
La violencia, siempre va por delante la violencia.
No les duele a esos que salen con sus trajes.
Con armas en mano, que se creen indestructibles.
¿No les duele ver tanto dolor en las calles?
Les duele más el ver como no tienen dinero,
que ver a un joven tirado en el suelo, agonizando.
Y todos salen a marchar.
Salen a marchar por todas las vidas que se han perdido.
Por toda la sangre que se ha derramado,
y más aún por demostrar que el pueblo puede.
Ya no más personas en el suelo,
ya no más sangre en las calles.