Por: Marcela Rivera, estudiante de Comunicación Social
La Fundación universitaria de Popayán, ubicada en el claustro San José se destaca por mantener diferentes tipos de convicciones religiosas a pesar de su impacto cultural en la ciudad.
El claustro de San José, desde su creación en el año 1702 y su fundación por la misma sociedad, ha sido epicentro del desarrollo cultural, religioso y educativo, destinado al culto de Dios. Debido a su ubicación estratégica en el centro histórico de la ciudad de Popayán ha significado que siempre haya estado dedicado al desarrollo cultural.
«El Claustro», periódico universitario, dialogó con el Padre Danilo Manziller Díaz, rector de la Fundación Universitaria de Popayán (FUP), y rector del Templo de San José, sobre este importante aporte para la religión. Comentó que Popayán ha sido una de las ciudades más importantes durante la colonia y posteriormente a ella, dándole un gran significado al claustro, convirtiéndose en una insignia en la ciudad debido a su contribución en la educación y en la religión de los payaneses.
De igual manera, el Padre Danilo relata que «el templo alberga unos altares muy hermosos, altares antiguos de más de 300 y 400 años y figuras religiosas que son insignias de la sociedad». También expresa que debido al terremoto que ocurrió en la ciudad de Popayán, gran parte de su arquitectura original se perdió, pero se mantiene su espíritu originario.
La educación siempre ha sido fundamental en el claustro en la trayectoria de sus más de 300 años, primero siendo un espacio para una orden religiosa; luego un colegio; y actualmente una universidad de educación superior, brindando siempre la disposición del espacio para la formación. Por otra parte, Carlos Zapata, docente de Comunicación Social, expresa que la Fundación Universitaria de Popayán es no confesional, es decir, que pueden entrar personas con cualquier convicción religiosa y estudiar, dejando de lado la «obligación» de pertenecer a la religión y participar de las actividades que se celebran, como lo son novenas, eucaristías y demás actividades, de manera netamente voluntaria.
Del Claustro San José en Semana Santa salen las procesiones chiquitas, siendo semilla para que los niños aprendan esa cultura. De igual manera, al interior del claustro se realizan diferentes actividades que permiten conocer un poco más de su historia. Cabe resaltar que varios investigadores se ven interesados en el claustro para conocer, por medio de él, la cultura patoja.
En el marco de la Semana Santa que se realiza en la ciudad entre marzo y abril, se realizan exposiciones artesanales como «Manos de Oro», encuentros artísticos culturales, festival de música religiosa, entre otros; siendo un lugar que está abierto para la sociedad, brindando espacios idóneos para la parte cultural de la ciudad.